LYRIC

"¿Qué harás, mi amor?",
Decía Eduardo secando una lágrima
Que en Diana caía sobre su triste expresión
"¿Qué harás, mi amor?
¿Qué harás cuando vengan los narcos
Y no puedas pedir perdón?
Será el principio de una vida
Llena de deudas, penuria y dolor"

Diana, que era acomodada,
Enamoró de Eduardo, un pobre agricultor
Y fue castigada por ello a salir de casa
Y dejar una vida repleta de lujo solo por amor
Nunca supo de dónde sacarían la plata,
Pero jamás a Diana faltole de nada
Siempre había pan en la mesa
Y algún que otro vino de celebración
"Dame tu mano Diana,
Prometo vestirte del blanco más puro de Nuevo León"

Quisimos volar, sabiendo que al fin no nos quedaría nada
Yo cortaría mis venas solo para darte una rosa
Como la de aquel ruiseñor
Prometo guardar tu aliento por vida, hasta que apague el sol

Eduardo salió una mañana,
Cogió lo poco que tenía y se marchó
"No te preocupes, mi vida, prometo llamarte en Laredo
Antes de que me saquen por televisión"
Diana sabía que sería perseguida
Y huyó hacia Durango a esconderse en algún rincón
Donde poder cuidar del chiquillo que Eduardo le dio

Dijeron que fue una mentira
Eduardo salía en la prensa cual estafador
Y en Juárez juraron venganza
Salía el nombre de Diana inscrito en las balas
La sangre de un cuerpo jamás habría dado tal satisfacción
Mientras el marido viajaba hacia el norte
Logró cruzar la frontera escondido entre paja en un camión
Pensaba Eduardo Quintana
"es posible que en Texas me traten mejor"

Quisimos volar, sabiendo que al fin no nos quedaría nada
Yo cortaría mis venas solo para darte una rosa
Como la de aquel ruiseñor
Prometo guardar tu aliento por vida, hasta que apague el sol

Pasaron dos meses de llanto
A Diana llegábanle cartas de amenaza y terror
"Todo esto lo hizo tu marido" decían,
"No llores si un día aparece tu hijo partido en dos"
Y Eduardo, desaparecido, cuentan
Que hallaron su cuerpo y que nadie lo identificó
En Río Bravo flotaba el tronco sangrando
Pero dicen que su cabeza nunca apareció
Solo Diana pudo ver el rostro
Tirado en su almohada una fría mañana cuando despertó

Quisimos volar, sabiendo que al fin no nos quedaría nada
Yo cortaría mis venas solo para darte una rosa
Como la de aquel ruiseñor
Prometo guardar tu aliento por vida, hasta que apague el sol

Added by

Admin

SHARE

Your email address will not be published. Required fields are marked *

ADVERTISEMENT